Onychophora
El nombre Onychophora, deriva
del griego (onykhos, "uña" y phorós,
"llevar"), y significa literalmente "portadores de garras",
ya que cada de sus muchas extremidades termina en un par de garras. En los
libros de texto reciben el nombre de "gusanos aterciopelados" (del
inglés velvet worms) pero en el idioma español solo se les dice gusanos
o se les confunde con babosas. De hecho, han sido comparados a gusanos con
patas, orugas de mariposas y babosas.}
Los onicóforos (Onychophora)
constituyen un filo
de invertebrados ecdysozoos terrestres, cuya existencia se conoce desde el
periodo Cámbrico,
hace más de 515 millones de años. Fueron descritos por primera vez por Lansdown
Guilding en 1826, quien pensó que eran moluscos. []
Estos organismos segmentados tienen
ojos pequeños, antenas, múltiples pares de patas o lobopodios –que no son
realmente articulados, y las glándulas de la goma adhesiva (por error llamada
baba). Es posible encontrarlos en regiones tropicales y en el Hemisferio Sur.
Son cazadores de animales pequeños como los insectos y arácnidos, que atrapan
expulsando un moco adhesivo.[]Se conocen
unas 180 especies actuales.[]En la
Zoología moderna, son particularmente interesantes porque ayudan a comprender
la evolución de los artrópodos.
Las dos familias existentes de
gusanos aterciopelados son Peripatidae[ ]y Peripatopsidae.[]
Ellos muestran una distribución
peculiar, donde los peripátidos son predominantemente ecuatoriales y
tropicales, mientras que los peripatópsidos se encuentran los continentes del
sur de clima templado.[] Hoy se sabe que tal distribución
a nivel mundial se originó a partir de la ruptura del antiguo supercontinente Pangea, que empezó
a fracturarse hace unos 200 millones de años.[


Bibliografía: